Capacitación emocional
Durante muchos años la sociedad occidental estuvo enfocada en el desarrollo intelectual de las personas pero hoy se sabe que una vida plena requiere sobre todo, un buen manejo de las emociones.
Una de las claves que propone Seitún para lograr esta capacitación emocional es integrar todos los aspectos de nuestra personalidad, porque “cuando los seres humanos intentamos hacer desaparecer los aspectos oscuros de nuestra personalidad, los que creemos negativos, con ellos, irremediablemente, se van los luminosos, los positivos.” En el caso de los chicos, se trata de ayudarlos a que no quede energía atorada, reprimida, negada y también a integrar los dos hemisferios cerebrales, el derecho emocional, intuitivo y creativo y el izquierdo racional y lógico. Para ello los padres tenemos que tener la capacidad de entender sus señales y evitar lo que llama Daltonismo emocional que es la incapacidad de reconocer algunas señales de nuestros hijos como pedidos de atención y cuidados. Cuando percibimos esas conductas como acciones que realizan para molestar, porque son malcriados o fastidiosos, nos perdemos la oportunidad de atender a la verdadera emoción que sucumbe debajo de esa conducta, y la posibilidad de enseñarle a reconocerla y procesarla.
Muchas veces por supuesto esto resulta complejo, porque estamos cansados, estresados o porque al no haber procesado adecuadamente nuestras propias emociones, nos es imposible registrarlas en nuestros hijos. Pero se trata de conocer, aprender y hacerlo simplemente un poquito mejor, aceptando también que ni nosotros ni nuestros hijos seremos perfectos.
El libro contiene infinidad de ejemplos concretos con los que cualquier papá o mamá va a sentirse identificado: chicos que no prestan los juguetes, que no quieren quedarse en el jardín de infantes, que no quieren saludar a familiares o extraños, que se pelean en la escuela, o que son tremendamente correctos en la escuela pero rebeldes en casa, etc. Y nos recuerda que los sentimientos intensos como enojo, miedo, ansiedad, están en la base de la mayoría de los problemas de conducta.